Desde el balcon que da a la Rambla de Montevideo en "Casa Bennett" se ve al Rio de la Plata cambiar de color en el crepusculo. Se mece muy despacio y tranquiliza saber que esta ahi. Huele a mar y en los frios dias de invierno en los que el viento que viene de la atartida azota la Rambla se puede ver como la gente lucha contra el para mantenerse de pie y dar un paso mas. La Rambla es un paseo maritimo, gigante, que se extiende alrededor de la parte de la ciudad que da al rio y en la que la gente pasea, corre y queda a tomar mate. Se apiñan alrededor de una hojas verdes (como en los 70s?) que mojan con agua caliente y que beben con sorbos pequeños, pausados, meditadamente meditados para poder pensar mientras se sorbe. Es casi como una religion.
Dentro de casa, entre libros y cuadros, me estan mimando. Me siento como en casa, y parte de la gran familia Bennett. Es maravilloso poder estar asi de bien en casa ajena. Mientras Ana Maria pinta, Nico me lleva de paseo por Montevideo y la sombra fantasmagorica de roberto sobrevuela la casa. Yo espero que el aperezca en cualquier momento, pero me dicen que no, que no le vere, esta de viaje en Corea. La proxima vez sera Roberto! Tenemos una cerveza y una conversacion pendiente! Volvere a Uruguay seguro y espero que tambien este Chapis!
La ciudad es pequenia, como un Madrid chico, todo muy accesible y limpio. Por la noche se come sushi y se sale con los Duffey, con Ivan, Masami y con el ultimo año de la facultad de arquitectura de Porto Alegre. 50 brasileñ@s encantadoras entre las que destacaban por su buen rollo y su espiritu furgonetero Beta y Livia (beijo grande a las dos y nos vemos en Porto Alegre!), un delirio. Entre copas y mas copas llega mi nuevo companero de viaje, el que me va acompañar en este ultimo tramo de la aventura hasta Rio de Janeiro. Como si de un deja-vu o de un bucle temporal se tratara, Paul, una mezcla entre Shaggy el de Scooby Doo y nuestro famoso hidalgo Don Quijote aparece en escena recien aterrizado de Rio de Janeiro. Besos, rencuentros, abrazos, sonrisas...y la furgo. Existe alguien mas feliz en la faz de la tierra que Paul? Dificil.
Nos despedimos de la que ha sido nuestra familia en la ultima semana con una de las peores resacas que se recuerdan en el viaje y ponemos rumbo a Brasil. Otra despedida, y otro pais. Que dificil se hace, todavia hoy y despues de tantas, despedirse. Uno se va acostumbrando en el viaje a conocer a alguien, exprimirlo, crear un vinculo de amistad muy fuerte en muy poco tiempo, despedirse y quien sabe si algun dia volver a verlo. Menos mal que en este caso los Bennett son viejos amigos. La despedida es temporal. Volvere a verles seguro. Muchas gracias por todo!
Viajar, perder paises. Que razon tenia Pessoa. Yo pierdo uno, Uruguay, pero gano otro, Brasil.
1 comentario:
Querida Ana Maria y Familia Bennett:gracias por todas las atenciones con Nacho, segun nos cuenta ha estado cuidado y alimentado como en familia. gracias otra vez mas por ese recibimiento.
Un beso para todos.
Maritza (madre de Nacho)
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